Por los pasillos
corren, descalzos, fantasmas
del propio alma,
yos caducados, dejados
atrás, eternos “quizás”.
Me estremezco con su contacto,
Intento huir, pero ellos
No se apartan,
Sombras de mí,
Y me hacen temblar
Con su gélido tacto
¿Que hago aqui?
Estar.
¿Quien soy?
Pues, todos ellos
Juntos, y de uno en uno.
¿Hasta cuando?
Hasta jamás.
Atrapo entre los dedos
Retales de-mentes,
Dejo que se escurran
Y que, por fin, el presente
Concurra
Conmigo.
Pero estan
Aqui, corren por
Los pasillos, con
Pies descalzos
Pisando mi alma.
Hasta jamás.
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